NEGACIÓN Y DESEO
Ese tu olor,
combinado de sudor, con pizcas de temor;
exquisito aroma
cual feromonas que alteran mis hormonas.
Enigmática
figura, exaltada galanura, pícara ricura;
envuelves mis
desvelos de volcánicos celos que no tienen consuelo.
Castigas mi
pasión con rechazos de emoción,
lastimas mis
sentidos bloqueando los latidos.
Más ignorado
puedo estar, pero necio es el palpitar,
que invoco a tu
encuentro con mágicos recuentos
de esos placeres
que esconden las paredes
en contados
atardeceres llenos de esplendor.
Ahora más que
nunca encuentro en mi locura
la espera eterna
del tiempo que procura
tu pronto
regresar en este suplicio comenzar,
en medio del
silencio que grita tu llegar.
La prohibición ha
marcado la entrega del deseo
y la negación ha
sido el impulso coqueteo
de una represión
que llora su pronta libertad
a una realidad
que aflora en maquillada veracidad.
Es tu máscara una
falsedad que pesa cada vez más
ya que se aferra
a esconder la esencia verdadera;
no es pecado el
encuentro sino lo que se hace creer
para cumplir con
la norma de la exigente realidad.
Cual volcán
exhalas malestar que erosiona tu tranquilidad
como si la permisividad
fuera tu única culpabilidad;
mas no das cuenta
de acciones que evidencian fragilidad
de un ser que
encadena sensaciones por dignidad.
Despierta y
explota tus sensaciones,
fuera de golpes y
gritos ensordecedores.
Eres tú,
exactamente tú, lleno de emociones,
quien pese a todo
tendrás mis veneraciones.